Oprah aborda el estigma del peso en la era del Ozempic

Oprah Winfrey, una figura presente desde hace mucho tiempo en el debate nacional sobre las dietas y los prejuicios sobre el peso, dedicó el lunes un especial de una hora en horario estelar al auge de los medicamentos para adelgazar. Su objetivo, dijo, era “empezar a liberar el estigma, la vergüenza y el juicio” en torno al peso y la pérdida de peso, empezando por los de ella misma.

“Durante 25 años, burlarse de mi peso fue un deporte nacional”, dijo Winfrey en el programa, titulado An Oprah Special: Shame, Blame and the Weight Loss Revolution (Un especial de Oprah: vergüenza, culpa y la revolución de la pérdida de peso).

La vergüenza se ha convertido en un punto central de la conversación a medida que nuevos fármacos como Ozempic y Mounjaro, muy utilizados para bajar de peso, cambian la forma de pensar sobre el tratamiento de la obesidad. Cuando Winfrey reveló en diciembre que estaba tomando un medicamento para controlar su peso, dijo que estaba “harta de la humillación” que la había perseguido durante décadas de dietas.

Muchos pacientes que empiezan a tomar estos medicamentos dicen que se han sentido avergonzados por batallar con su peso, y luego han sido avergonzados por tomar fármacos para adelgazar, dijo Michelle Hauser, directora de medicina de la obesidad del Stanford Lifestyle and Weight Management Center, que no participó en el especial.

“La gente recibe constantemente este mensaje, tanto por prejuicios internos como por prejuicios externos de otras personas”, explicó. Algunos pueden pensar: ‘No debería depender de las medicinas, no debería ser dependiente de ellas’”, añadió.

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Hauser les dice a los pacientes que, en su lugar, se pregunten a sí mismos: “¿Le dirías eso a alguien sobre su medicamento para la tensión arterial?”

Winfrey no nombró el medicamento que tomó, pero contó que después de empezar a tomar el fármaco, comprendió por primera vez que “todos estos años, pensé que todas las personas que nunca habían tenido que hacer dieta solo estaban usando su fuerza de voluntad, y que por alguna razón eran más fuertes que yo”.

Winfrey y otros entrevistados en el programa —incluidos médicos que han sido consultores de los fabricantes de estos fármacos— se refirieron durante toda la hora al incesante parloteo interno que algunas personas experimentan en torno a la comida, también llamado “pensamientos recurrentes sobre comida” (food noise). Muchos pacientes que han tomado fármacos como Ozempic han dicho que esos pensamientos recurrentes desaparecen cuando están medicados.

“Me sentí como si me hubiera liberado”, dijo Amy Kane, que se unió a Winfrey en el escenario para hablar sobre cómo perdió 72 kilos con el medicamento Mounjaro.

Sin embargo, los fármacos tienen efectos secundarios notables: una de las pacientes con las que habló Winfrey dijo que dejó de tomar un medicamento para adelgazar después de vomitar sangre y acabar en urgencias.

Amanda Velazquez, experta en obesidad del Cedars-Sinai y una de las doctoras que ha asesorado a un fabricante de medicamentos para adelgazar, dijo en el especial que consideraba que los efectos secundarios han sido “exagerados”. Expertos externos han afirmado que los fármacos pueden provocar náuseas, mareos, estreñimiento, diarrea, reflujo ácido y, en casos graves, desnutrición si la persona consume muy pocos nutrientes.

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Muchos pacientes también han tenido dificultades para acceder a los medicamentos, algunos de los cuales se utilizan para tratar la diabetes además de la obesidad. Algunas aseguradoras no cubren los fármacos para la pérdida de peso, y a los fabricantes también les ha costado satisfacer la demanda. Actualmente escasean casi todas las dosis de Wegovy, según una base de datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos.

Winfrey, quien poco antes de anunciar su especial dijo que no buscaría reelegirse para su puesto en el consejo de administración de Weight Watchers, lleva mucho tiempo haciendo público sus esfuerzos por perder peso. En 1988, arrastró una carreta roja llena de grasa por el escenario de su programa de televisión, símbolo de los 30 kilos que había perdido siguiendo una dieta líquida. El día después de ese episodio, empezó a ganar peso de nuevo, reveló Winfrey en el nuevo especial. En un momento del programa, señaló una imagen de la portada de TV Guide de 1990 que la etiquetó como “abultada, grumosa y simplemente rechoncha”.

“Ha estado sometida a demasiada vigilancia, demasiada supervisión, demasiado escrutinio sobre su cuerpo”, dijo Kate Manne, profesora asociada de filosofía en la Universidad de Cornell y autora del libro Unshrinking: How to Face Fatphobia.

“Después de toda una vida en la que la gente ha especulado sobre su peso y a menudo se ha burlado de ella cuando engorda, y le han aplaudido cuando adelgaza, puedo simpatizar realmente con su sensación de que su cuerpo es un problema que hay que resolver”, dijo Manne. Sin embargo, se mostró preocupada por los posibles daños que pueden ocasionar las conversaciones que están tan enfocadas en la pérdida de peso.

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“Me preocupa que vuelva a perpetuar la idea social de que las variaciones de tamaño y forma de las personas deben tratarse como un problema médico”, dijo Manne.

Dani Blum es reportera de salud en la sección Well. Más de Dani Blum.


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